El uso de células madre permite imprimir cartílago autólogo y trasplantable
El matrimonio ente el uso autólogo de células madre y las nuevas técnicas de bio-impresión digital en 3D comienza a dar primeros frutos de aplicación práctica con la producción de cartílagos, un tejido vivo fácil de crear, de un sólo tipo de célula y sin vasos sanguíneos.
Esta doble ventaja y la necesidad de crear piezas para cirugía por la incapacidad auto-reparadora de este tipo de tejido, ha llevado al ingeniero biomédico Ibrahim Tarik Ozbolat a producir las primeras hebras de cartílago trasplantable, por ahora en la especie vacuna.
“Nuestro objetivo es crear cartílago humano que pueda ser usado para reemplazar grandes desgastes, como los de quienes padecen osteoartritis en sus articulaciones y sufren mucho”, dice el profesor Ozbolat. “Y ya logramos producir hilos de cartílago de la longitud que queramos”, añade.
Hasta él, la impresión en 3D de cartílagos se realizaba con células inmersas en un hidrogel de cadenas de polímero que, con un 90% de agua, actuaba como sustento para hacer crecer el tejido. El método desarrollado por Ozbolat y que él mismo describe en un artículo en Scientific Reports, sustituye este hidrogel por alginato, un extracto de alga.
“Los hidrogeles impiden que las células crezcan con normalidad, las limitan y no permiten que se comuniquen naturalmente”, explica Ozbolat. El producto que se obtenía carecía de la suficiente integridad mecánica y, por si fuera poco, su degradación podía producir compuestos tóxicos que condicionasen el crecimiento celular.
Su nueva biotinta no precisa de un andamiaje que le dé solidez a la pieza porque las células de cartílago se inyectan en microtubos de alginato, donde se vinculan y desarrollan libremente en forma de hebra hasta su fácil extracción de los mismos.
Para evitar rechazos, estas piezas son de trasplante autólogo. Es decir, se elaboran con células madre del propio receptor, lo que obligaría a disponer de una reserva biológica de las mismas.