Tratar la esclerosis múltiple con células madre tiene riesgos, pero altas tasas de remisión
Un ensayo clínico coordinado en los Estados Unidos por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) ha demostrado que la terapia inmunodepresora en dosis altas seguido de un trasplante autólogo de células madre de la sangre es estadísticamente arriesgado, pero permite la remisión sostenida de la esclerosis múltiple remitente-recurrente.
El estudio, publicado en Neurology, muestran que, cinco años después del tratamiento, el 69% de los 24 pacientes que experimentalmente fueron sometidos a él seguían vivos y sin haber experimentado una progresión de la enfermedad, al no detectarse en ellos ningún avance sintomático, discapacidad asociada, lesión neurológica o cerebral.
Tras anunciar estos resultados y calificarlos de “alentadores”, los responsables del NIAID desean promover otro ensayo aleatorio que compare esta terapia con el actual tratamiento estándar para este tipo de esclerosis, que se caracteriza por la alternancia de períodos de recaída y remisión.
El nuevo procedimiento consiste en extraer y preservar células madre hematopoyéticas de la sangre del propio paciente antes de someterle a altas dosis de quimioterapia que destruyen su sistema inmune para reconstruirlo después mediante un posterior trasplante autólogo regenerativo. En algunos casos, no solo se logró detener el avance de la enfermedad, sino la remisión parcial de los síntomas y dolencias que ya se tenían.