El trasplante de células madre y el “corta y pega” genético se unen contra la ceguera hereditaria
Científicos norteamericanos de las universidades de Columbia y Iowa han combinado el trasplante de células madre y el “corta y pega” genético mediante la tecnología CRISPR para demostrar que la ceguera hereditaria se puede curar.
Según Stephen Tsang, uno de los investigadores implicados en el proyecto, “es la primera vez que la ciencia reemplaza artificialmente un gen defectuoso asociado a una enfermedad de los sentidos sobre células madre obtenidas del propio paciente, lo que disminuye notablemente el riesgo de rechazo por parte del receptor”.
El estudio, difundido en un artículo de la revista Scientific Reports, constituye una sólida esperanza para los enfermos de retinosis pigmentaria aguda, dolencia que representa el 90 de los casos de ceguera por herencia familiar, un colectivo mundial que ronda el millón y medio de personas.
Hace años que la ceguera progresiva por retinosis pigmentaria se viene tratando mediante trasplante de células madre, una técnica de la que en España hay notables expertos como la doctora María Elena Rodríguez. Sin embargo, la solución definitiva y no mitigadora la ha aportado la reparación de la herencia familiar nociva antes de su reimplante.
Tras extraer células madre de la piel del propio paciente, se repara el defecto genético, convirtiéndolas en células madre regenerativas propias pero sanas, sin riesgo de que, una vez trasplantadas, acaben generando con el paso tiempo la misma enfermedad.