La crioconservación de su propia sangre de cordón umbilical, última fuente de salvación para una niña en Madrid
El Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid realizó a finales del pasado mes de diciembre un trasplante autólogo (mismo donante y receptor) de células madre crioconservadas de cordón umbilical para salvar a una niña de seis años afectada por un neuroblastoma, un cáncer infantil frente al cual ya se habían revelado como inútiles tres terapias previas.
La última fuente de vida para la pequeña ha sido su propia sangre de cordón umbilical que, en el momento de nacer, fue conservada por sus padres a título privado a través de la compañía Secuvita, que para ello almacenaba su muestra fuera de España, concretamente en Alemania. La niña fue dada de alta el pasado enero, un mes después del trasplante, y desde entonces sus parámetros hematológicos se mantienen en fase de normalización.
Tras desarrollar la enfermedad a los cinco años, la paciente recibió un primer tratamiento por medicación con el que no experimentó mejoría. Después, fue incluida en un ensayo clínico de carácter experimental que tampoco resultó eficaz y, finalmente, se descartó un trasplante de células madre de su propia médula ósea porque ésta ya había sido afectada por la expansión del neuroblastoma que padecía.
La ventaja del trasplante autólogo de células madre radica en la disminución del riesgo de rechazo por parte del sistema inmune del paciente, que reconoce las células madre como propias, según ha recordado el hematólogo experto en trasplantes Pérez de Oteyza, director médico de Secuvita.
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